domingo, 22 de febrero de 2015

El Blues Del Delta

Un pequeño recorrido por el blues.




EL BLUES DEL DELTA.


Son House, Death Letter Blues




1.       Ubicación del Delta.

Nadie se ha puesto nunca de acuerdo de cómo ni dónde se originó el blues, hay cientos de libros que tratan este tema y cada uno aporta una hipótesis distinta. Cuando se buscan los orígenes del Blues, varias ciudades se disputan este honor, algunos sostienen que fue N. Orleans, otros que fue St. Louis y también Memphis se disputa este honor; pero cuando se busca el corazón, la raíz del blues todos coinciden en que se encuentra en el Delta del Mississippi. Ahí dicen que reside el alma y la pureza del blues. Cuando nos referimos al Delta no nos referimos a la desembocadura del río Mississippi en el golfo de México, al S. de N. Orleans.

Estado de Mississippi con la zona del Delta del blues resaltada.

Para los iniciados al Blues, el Delta es una franja estrecha limitada en el N. por Memphis, Tenesse, que avanza hacia el S. unos 350 km. hasta Vicksburg (Mississippi), en el O. por el río Mississippi, y en el E. en una franja de no más de 100 km. por el río Yazoo.


Bandera del Estado de Mississippi.


2.       Situación económica y social.

Cosechando algodón, año 1937, fotografía tomada por Louise Boyle

Según nos dice Ted Gioia en su libro "Blues: La Música del Delta del Mississippi", ningún presidente de los EEUU procede del Delta, ni siquiera del estado de Mississippi, tampoco ningún vicepresidente. No hay presidente del Tribunal Supremo que haya nacido aquí, ningún Secretario de Estado, la aportación de esta región a los campos de la física o química son prácticamente nulos, al igual que la economía, sociología, o cualquier otra disciplina académica. Ninguna de las compañías del Dow Jones Industrial tiene aquí su sede central; de hecho ni una sola de las 500 corporaciones más ricas de América ha surgido en esta zona.




Sin embargo, la música de todo el mundo se ha transformado gracias a las canciones que se han hecho aquí. La influencia del Delta en la banda sonora de nuestra vida es hoy tan omnipresente que resulta casi imposible calcular su impacto.


Charley Patton, Spoonful Blues (1929)


Durante las décadas de 1920 y 1930, cuando se hicieron las primeras grabaciones buenas de blues del Delta, el nivel de pobreza de la gente que creaba esta música era sobrecogedor. Mississippi tenía la renta per cápita más baja de todos los estados, menos de la mitad de la media de la nación. Estaba claramente a la cola en ventas al por menor, en el porcentaje de teléfonos y radios por habitante, en el de poseedores de vehículos motorizados y en el de hogares con electricidad. De hecho, para la población del Delta, era casi como si la electricidad no existiera; en pleno año 1937, se empleaba en menos del 1% de las granjas. Daba la impresión de que un país del tercer mundo hubiera sido abandonado en el corazón de los EEUU para que se valiera por sí mismo produciendo algodón y bagres, en medio de una economía moderna y en expansión cuyos beneficios no eran suficientes. Como ejemplo valga que en 1937 se proyectaba en los cines de las grandes ciudades como Nueva York o en Los Ángeles películas como Blancanieves y los siete enanitos de Walt Disney o el Gran Dictador de Charles Chaplin mientras en Mississippi aún se alumbraban con candiles o velas.

Fotografía de Dorothea Lange en 1936


Las cifras del censo de Mississippi, antes de la guerra, muestran una clara división entre la ciudad y el campo. Los blancos duplicaban en número a los negros en ciudades como Vicksburg y Natchez, pero en los campos de alrededor sucedía lo contrario, especialmente en la región del Delta, donde, en 1850, había cinco esclavos por cada residente blanco. Por lo cual, la experiencia vital de los esclavos apenas se veía influida por los diversos elementos de la vida urbana. Los artesanos y comerciantes blancos de las ciudades se esforzaban en mantener esta situación. Está registrada la reacción de un mecánico blanco a quien se ofreció la ayuda de unos cuantos esclavos durante seis años a cambio de que les enseñara su oficio; su airada respuesta fue que prefería morirse de hambre antes que enseñar las artes mecánicas a un negro. Ni siquiera los pocos esclavos que conseguían encontrar un lugar en las actividades económicas urbanas eran capaces de mitigar esta gran división entre la ciudad y el campo; solían mantenerse apartados de los esclavos campesinos y de todo lo que estuviera asociado a la vida en las plantaciones.



Mientras que las costumbres urbanas emanaban de la estructura del poder del hombre blanco, el tono cultural del Mississippi rural estaría conformado por la realidad de los negros. El surgimiento del blues dependió en buena medida de esta omnipresencia de la experiencia negra y de su relativo aislamiento de las formalidades de la vida urbana. Si la música fuera un bien fungible, como el oro o el petróleo, podrían formar una OPEP de la canción y establecer un monopolio para controlar los precios de los productos que brotan de sus territorios. Pero como no lo es, estas riquezas se han esparcido libremente, cruzando fronteras de un modo que ningún arancel ni aduanero pueda controlar; son un regalo libre de impuestos para todo el mundo.
A día de hoy, el blues es el legado más perecedero de la región del Delta, ya que todavía conserva su fuerza después de que tantos otros sueños locales se hayan desvanecido. La mayor parte del algodón que se emplea en la actualidad se produce en Asia, el desempleo en la región es muy elevado. Se espera que el sector turístico llegue a la zona con la seducción de conocer la tierra donde surgió el blues. Pero no todo el mundo comparte este sueño, muchos no quieren que les relacionen con el blues. Sin embargo, la música blues se ha ido volviendo cada vez más importante en la identidad de la región, en la identidad que esta tiene de sí misma y en su economía, hasta llegar a representar la opción más prometedora como relevo de las riquezas que el terreno ya no brinda en abundancia.

Pat Thomas, son of legendary bluesman James "Son" House, playing guitar and smoking in a box car in Leland, Mississippi. Fotografía de Lou Bopp

3.  Características del blues del Delta.



Como decíamos al principio, no se puede demostrar que el blues se originara aquí, pero aquí creció con una intensidad que llama la atención y el respeto. El blues es por naturaleza una música cruda y bárbara, con pocos ornamentos y esto es más marcado en esta zona. Aquí la música carece del lustre que muestran los estilos de blues de otras regiones –el elaborado virtuosismo del toque con los dedos del blues de Piedmont, las frases de una sola nota repetida a gran velocidad de los guitarristas de Chicago, las divertidas bromas de los cantantes de Texas-, pero en su fuego emocional, el blues del Delta no le va a la zaga a ninguno. Si, como algunos han sugerido, hay “blues” y “blues profundo”, una gradación establecida por una escala emocional más fácil de sentir que de explicar, entonces la variedad autóctona de esta parte del mundo no ofrece ninguna duda sobre su posición: el blues del Delta tiene las raíces más profundas del mundo.

Tommy McClennan, Cotton Patch Blues (1939)

El estilo del Delta se caracteriza por ser simple y austero, especialmente en la elección de los instrumentos y en la forma de tocarlos. Otros lugares –ciudades como Chicago, Memphis o Detroit- pueden sentirse orgullosos por sus bandas de blues, pero aquí en el Delta una banda es un lujo poco frecuente. Un único instrumento, la guitarra, suele ser autosuficiente. La toca el cantante, y la trata con un amor severo; en algunas ocasiones la golpea para crear un acompañamiento percusivo, en otras la toca con un cuchillo o con el cuello de una botella rota o con un tubo metálico de cobre, latón o acero y se ayuda con el empleo de una técnica similar al fingerpicking. En ciertos casos puede sumarse un piano o un violín, pero muy de vez en cuando; en cuanto a los instrumentos de viento, resultan muy difíciles de encontrar en el blues del Delta, a no ser que admitamos a la armónica y el cazú en esta prestigiosa familia. La guitarra se adaptaba a las necesidades y las limitaciones de la gente que hacía esta música, porque es un instrumento barato, portátil, adecuada tanto para el baile y la esquina de una calle como para tocarla en soledad.

Homeless


Big Bill Broonzy, Hey, Hey

Aunque la guitarra es el instrumento rey del Delta, es un rey muy maltratado. Los acordes no se rasguean, sino que se arrancan del instrumento: son grupos de notas sacadas de una escala pentatónica o coloreada con irónicas disonancias. La variedad armónica aquí no se considera un mérito; a veces un único acorde (como lo suelen hacer en la zona montañosa de la región), con unas pocas modificaciones, basta para toda una canción. A menudo las canciones se construyen en torno a un riff sencillo. Las melodías no están más ornamentadas que la armonía: un gemido o un gruñido cuentan tanto como la coloratura. En ocasiones la voz parece querer fusionarse con la guitarra, y la guitarra aspira a sonar como una voz, completando cada una las frases que comienza la otra. En muchas ocasiones la afinación suele ser en acordes abiertos y en la secuencia rítmica, lo más característico es la potencia de los bajos y su carácter repetitivo y sincopado.

Big Bill Broonzy, Key To The Highway

Las canciones del Delta casi nunca contaban una historia completa, sino que se limitaban a esbozar una serie de detalles suficiente para comunicar un estado mental emotivo y turbulento. Otras veces los cantantes eran religiosos y hablaban de la caída y la redención, o preveían el apocalipsis final con mayor redundancia que en los textos bíblicos. La forma de cantar solía ser tensa y vehemente. Estos guitarristas acostumbraban a tocar al sentirse deprimidos o “Blue”, de ahí que hacia 1910 la palabra Blues se convirtiera en la expresión para designar a esta tradición musical.


4.  Los primeros blues, la música que surgió de la tierra

W. C. Handy
Al músico y compositor W. C. Handy se le atribuye el descubrimiento del blues del Delta. Una noche, en 1903, (aunque algunos críticos sospechan que esta fecha es falsa y que este encuentro se realizó con posterioridad) en la estación de tren de Tutwiler, mientras dormitaba esperando un tren que venía con 9 horas de retraso Handy se topó con un elemento del Delta que le era completamente desconocido. Este encuentro casual cambiaría su vida de un modo decisivo y modificaría el rumbo de la música norteamericana. El propio Handy nos lo cuenta:
“Un negro flaco y ágil había empezado a tocar la guitarra detrás de mí, mientras yo dormía. Su ropa estaba hecha girones, los dedos de los pies le asomaban por los agujeros de los zapatos. Su rostro reflejaba una especie de tristeza antigua. Cuando tocaba, apretaba un cuchillo contra las cuerdas de la guitarra, de un modo que popularizaron los guitarristas hawaianos que empleaban una barra de acero. El efecto fue inolvidable. Su canción también me cautivó de inmediato”. El cantante decía tres veces la misma frase, siempre “acompañándose con la guitarra con la música más rara que yo había oído jamás”.

Slide

Durante muchos días Handy pensó en la música de ese guitarrista y se dio cuenta de que era algo más que una interpretación aislada; representaba un estilo regional. La impresión que le causó era de una “música nacida de la tierra”.
A partir de entonces Handy comenzó a componer canciones con esas extrañas notas que había oído. Comenzó a meter séptimas y novenas en todas sus composiciones y a él le otorgaron el privilegio de registrar la primera canción con la palabra blues, esta fue Memphis Blues, aunque la más conocida fue St. Louis Blues

W. C. Handy, St, Louis Blues

El algodón, más que una planta es como una orgullosa mata de espinos, con afiladas espigas alrededor de las blancas bolas de algodón. No había nada de romanticismo en cosechar algodón, recoger las cosechas de sol a sol bajo el abrasador sol del Mississippi era una verdadera pesadilla. Los campesinos, que se partían el espinazo cosechando el algodón, y las aldeas donde vivían (la mayor parte de ellas sin agua corriente, electricidad o sanitarios) conforman la patria espiritual de donde surgió el blues. El suelo del Delta, en algunas zonas, puede ser tan denso como el alquitrán. Se queda pegado en los zapatos (si los tienes) y en los pies si vas descalzo, y se adhiere bajo el tobillo con la misma tenacidad con que el aire húmedo lo hace al resto del cuerpo. Este lodo hace ricos a unos pocos, y pobres como ratas a la gran mayoría; el suelo ejerce un cruel dominio sobre la economía de la gente, y está tan profundamente incrustado en todo lo que la gente dice y piensa y hace, que incluso la música afirman que brotó de él.

Los trabajos del campo eran en plantaciones de algodón, tabaco, arroz, etc.

Los trabajadores de las plantaciones, para poder hacer más llevadera su tarea, recurrían a los “CANTOS DE TRABAJO”, basados en ritmos marcados, entonaciones profundas, la tradicional “LLAMADA Y RESPUESTA”, proveniente de los esclavos africanos donde el líder del grupo canta un verso y los demás le contestan, de una manera similar a los ritmos tribales de trabajo en un grupo de percusión de Ghana, el cabecilla hacía una señal al resto, y este le contestaba a su pregunta, mientras esta permanecía aun en el aire, y así sucesivamente.

Música africana tradicional de Ghana

Canción de trabajo, Long John Old.

 Los músicos que definieron el sonido del blues del Delta se dedicaban a trabajar la tierra. Prácticamente todos: Charley Patton, Son House, Tommy Johnson, Skip James, Robert Johnson, Muddy Waters, Howlin’ Wolf, B.B. King y muchos más.

5.  Bluesmen….nace el mito.


A principios de 1900 ya deambulaban por la zona del Delta músicos que tocaban lo que podríamos considerar como el pre-blues. Compaginaban el vagabundeo con trabajos esporádicos en las plantaciones de algodón tocaban su música en los “Juke Joints” o garitos para negros y en la propia calle a cambio de limosna. Muchos de estos primeros Bluesmen, como por ejemplo Bukka White, Son House o LeadBelly, pasaron tiempo en prisión, en ocasiones por asesinar a alguien en alguna reyerta. La mayoría de las veces las reyertas era entre los propios músicos por pelearse por una buena esquina donde tocar por considerarla más beneficiosa, otras por plagiar canciones o métodos de tocar algunos temas. Los bluesman de aquella época eran muy celosos en su forma de tocar y procuraban que nadie les copiara sus acordes o sus trucos, era algo comprensible si se piensa que la mayoría de ellos no recibió estudios musicales, que eran en su mayoría autodidactas y que conseguir ese sonido propio o esa peculiar forma de tocar le había costado un gran esfuerzo. Las muertes de muchos de estos músicos generalmente no eran investigadas por la policía, daba igual que tuviera el cadáver siete puñaladas que la policía de la época lo consideraba muerte natural de un vagabundo de color. En la mitología del Blues del Delta el fracaso se veía como un éxito, los elegantes señores del swing o las excéntricas y suntuosas cantantes del vodevil se sustituyen aquí por borrachos, pendencieros o asesinos. Por tanto los bluesmen y su estilo no crecieron al amparo de escuelas o salones de baile, si no que tuvieron por escenario las plantaciones de algodón, los tugurios más oscuros y las cárceles, una de las más conocidas fue la “prisión de Parchman”.

Blind Lemon Jefferson, Black Snake Moan

En los inicios de 1920 se producen las primeras grabaciones de Delta Blues, entre los bluesmen que grabaron en esos años cabe destacar las figuras de Charlie Patton(considerado el padre del Delta Blues), Son House, Bukka White, Blind Lemon Jefferson. Estas grabaciones tuvieron una buena cifra de ventas en algunas ocasiones generando cifras de seis números, siempre a las discográficas, no generando ninguna riqueza al músico el cual cobraba en muchos casos 20 dólares por canción.
Hubo bluesmen como Howlin Wolf, que a pesar de no haber grabado en esas fechas ya eran muy conocidos en los “Juke Joints”. Era muy habitual que muchos de estos Bluesmen fueran de gira juntos como es el caso de Charlie Patton, Son House y Wllie Brown o de Robert Johnson y Johnny Shines.
De todos estos cabe destacar la figura de Robert Johnson que apoyado en su virtuosismo como guitarrista y una voz fina y elegante dotó al Blues del Delta de un sonido más suave y actualizable. Sus 29 canciones que con el paso del tiempo se convertirían muchas de ellas en auténticos símbolos del Blues, dos únicas fotografías y una muerte temprana a los 27 años forjaron la leyenda y el mito de los primeros Bluesmen.

Robert Johnson

6.  Del olvido a la eternidad. El legado del Delta.




 El “apogeo” del estilo Delta y sus intérpretes fue muy efímero, con la llegada de la “Gran depresión” su música triste y oscura dejó de ser del agrado del público, sobre todo en la ciudad, donde la gente prefería escuchar otros estilos musicales que les aportaran más alegría para poder olvidar las penalidades diarias. La mayoría de los Bluesmen ante la delicada situación optaron en algunos casos por permanecer en el Delta alejados de una escena musical que ya no les reclamaba o bien por emigrar a otros estados y ciudades en busca del sueño de abandonar la miseria y la pobreza extrema. Chicago sería uno de los destinos favoritos de estos errantes del Blues.

John Lomax

* John Lomax: 

Durante estas décadas 40-50, hay que resaltar la figura de John Lomax y su hijo Alan que recorrieron el sur de Estados Unidos efectuando grabaciones a muchos de los “bluesmen” de esta época y conservadas en el Smithsonian Institución. Estas grabaciones hechas por todo el Mississippi en campos de trabajo, prisiones y plantaciones de algodón tuvieron una elevada importancia ya que la gran mayoría de los discos comerciales editados durante esas décadas fueron desapareciendo con el paso de los años y el archivo histórico de los Lomax fue de vital importancia en la década de los 60, ya que sirvieron para que las nuevas generaciones de músicos de Blues de ambos lados del Atlántico (Rolling Stones, Eric Clapton, John Mayall, Canned Heat y un largo etc.) descubrieran y quedasen atrapados por la auténtica y genuina música que broto del lodo del Delta.

Booker White, Aberdeen Mississippi Blues

 La pequeña franja de la región del Delta puede presumir que la música de todo el mundo se ha transformado gracias a las canciones que se han hecho aquí. Desde las primeras grabaciones que nos llegaron de los primeros artistas, hasta nuestros días pueden considerarse clásicos de la música actual, su música ha sido interpretada y a influenciado a muchos autores y bandas de alrededor del mundo, han puesto banda sonora a películas y a nuestra vida en algún momento dado. Se ha utilizado en anuncios de televisión y series, se han hecho cómics sobre la vida y obra y el ambiente del blues, se han vendido infinidad de discos de estos autores y cada pocos años hacen nuevas ediciones, se han grabado documentales de esta zona y su legado musical, y todo esto proviene de la zona más pobre de los E.E.U.U. de América, de la tierra hostil del Algodón.

Autores del calibre de:

Charlie Patton, Mississippi John Hurt, Tommy Johnson, Furry Lewis, Big Bill Broonzy, Robert Johnson, Leadbelly, Willie Brown, Son House, Skip James, Mississippi Fred Mcdowell, Big Joe Williams, John Lee Hooker, Arthur Big Boy Cudrup, Memphis Slim, Muddy Waters, James Cotton, Willie Dixon, Guitar Slim, Earl Hooker, Big Walter Horton, Howlin' Wolf, Elmore James, J.B. Lenoir, Little Walter, BB King, Albert King, Buddy Guy, y un largo etc., porque la lista sería interminable.


Bibliografía:



Blues: La música del Delta del Mississippi
Autor: Ted Gioia
Editorial: Turner Noema








Blues, La Historia Completa
Julia Rolf
Editorial: Ma Non Troppo.

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